Este lugar me va perfecto, tienen todo lo que necesito, wi-fi gratis en áreas comunes, restaurante, y un bar muy acogedor. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó a curar una picadura de insecto. ¡Volveré para navidad!

Todo muy bien en el restaurante santa elena. El padre y el hijo son encantadores y te hacen sentir como en casa. La habitación twin es muy cómoda y nos ofrecieron toallas extra para secarnos. Además, la comida es excelente, especialmente los canoles con vino local. Ideal para descansar junto al río.

100% recomendable

Nos encantó la limpieza del lugar. además, la atención fue increíble, te hacen sentir como en casa. El lugar es súper tranquilo, ideal para desconectar. Las excursiones desde aquí son geniales y la cena, aunque limitada en menú, fue deliciosa.

Nada de nada.

La habitación triple nos sorprendió, era muy acogedora y estaba bien dividida en dos estancias separadas con camas individuales. El baño, aunque no estaba dentro de las estancias, era cómodo y suficiente. Todo estaba limpio y ordenado. La entrada al hotel era un poco oscura de noche, pero se encontraba fácilmente. Perfecto para descansar después de un día en la naturaleza.

El hotel cuenta con unas habitaciones limpias y bien organizadas que ofrecen un baño completo y televisión. Además, el desayuno se prepara al momento en un edificio anexo, lo que le da un toque personalizado para aquellos que buscan algo fresco y adaptado a sus preferencias.

Una de las mayores desventajas es la falta de aire acondicionado, lo que hace que dormir sea complicado, especialmente con el calor. Las almohadas variaban en calidad, lo que puede afectar a los que buscan un descanso óptimo, y el colchón en algunas habitaciones necesitaba renovación para evitar que los muelles se claven.

Los propietarios son muy amables y cuidan a los huéspedes, especialmente con mascotas. La cena y el desayuno son deliciosos, ideal para reponer energías después de un día de actividades.

Encantador lugar para relajarse en la terraza rodeada de flores.

Corto, claro y al pie

Un sitio encantador para desconectar. La atención del dueño y su hijo es excepcional. realmente te hacen sentir como en casa. El desayuno se prepara al momento y es delicioso. Las habitaciones son limpias y cómodas, y la ubicación asegura tranquilidad. Ideal para escapadas en plena naturaleza.

Ubicación tranquila, habitaciones bien ventiladas, la terraza arreglada con piedras.

Necesitan poner aire acondicionado!!! Un ventilador no es suficiente en el calor. Además, la limpieza debería ser más profunda. Las literas como camas son incómodas. El mobiliario se ve anticuado.

trato excelente y ubicación tranquila

El personal fue increíblemente amable y nos hicieron sentir como en casa. La conexión con la naturaleza que ofrece el lugar es excepcional y los desayunos son elaborados al momento, lo cual es un gran detalle. Además, el entorno tiene vistas a las montañas que son realmente relajantes.

Sin embargo, la falta de aire acondicionado puede ser un inconveniente en días calurosos.

Atención excepcional y comodidad

La amabilidad de los dueños fue lo mejor de nuestra estancia. nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento. Las habitaciones eran amplias y muy limpias, con un buen sistema de ventilación que se agradecía en el calor. El desayuno, preparado al instante, destacaba por su calidad, y la ubicación es perfecta para quienes buscan tranquilidad. Sin embargo, sería mucho mejor si tuvieran aire acondicionado, ya que en días calurosos, la falta de este puede ser un problema.

Todo muy calido y acogedor.

Una experiencia inolvidable gracias a la atención tan cálida de Daniel y su padre. 😍 La cena exquisita y el desayuno recién hecho. Solo que esperaba aire acondicionado, pero la estancia fue maravillosa.

Trato excelente en un lugar tranquilo

Estuvimos una noche y aunque la habitación era básica, estaba limpia y ordenada. Daniel, el dueño, fue muy amable y nos preparó un buen desayuno. La conexión con el entorno natural es genial, perfecto para descansar un rato. Solo que el wifi podría ser un poco más rápido, pero nada grave.

El Restaurante Santa Elena fue una grata sorpresa durante mi estancia. La atención del padre y su hijo fue excepcional. te hacen sentir como en casa desde el primer momento. La cena fue deliciosa, especialmente los platos que preparan con cariño. Me encantó el desayuno, que se preparó al instante y estaba fresco. Sin embargo, noté que las almohadas en la habitación no eran muy cómodas, lo que afectó mi descanso. En cuanto a la ubicación, es ideal si buscas tranquilidad, pero es fácil pasarse de largo al llegar desde la carretera, así que hay que estar atento. El entorno es muy bonito, rodeado de naturaleza y perfecto para quienes buscan un lugar para desconectar.